lunes, 21 de julio de 2025

Hacia una Administración Pública del Siglo XXI

Fuente de la imagen: La hidra de Lerna (M. Velasco, 2014)
M. Velasco, 2025. La Administración del Estado español se encuentra inmersa en un ambicioso proceso de modernización y adaptación a los retos del siglo XXI, "Plan de Transformación de la Administración del Estado", plasmado en el 'Consenso para una Administración Abierta'. Esta estrategia, impulsada por el Ministerio de Transformación Digital y de la Función Pública, busca sentar las bases para una Administración de alta capacidad, capaz de liderar los estándares de servicio público tanto a nivel europeo como global. Se trata de una actualización tecnológica, a la par que profunda redefinición de su rol y de su relación con la ciudadanía. El objetivo central de este plan es doble: por un lado, mejorar sustancialmente la calidad de las políticas públicas y, por otro, ofrecer servicios públicos más proactivos y cercanos a la ciudadanía. Todo ello, con la meta última de construir una mayor confianza entre la sociedad y sus instituciones. En un contexto de creciente complejidad y exigencia ciudadana, la Administración se concibe como un actor clave para el progreso y el bienestar colectivo. La estrategia se asienta sobre cuatro pilares, que vertebran el conjunto de las 18 iniciativas y proyectos que la componen, algunos de los cuales ya están en marcha: El primer aspecto lo constituye la inversión en capacidades del Sector Público: Este contrafuerte busca fortalecer las herramientas y recursos internos de la Administración. Se contempla el desarrollo de una plataforma soberana de Inteligencia Artificial, lo que permitirá a España tener control sobre sus propias capacidades en IA para el sector público, garantizando la seguridad y la ética en el uso de estas tecnologías. Además, se apuesta por la mejora continua de los sistemas de información y la explotación inteligente de los datos para una toma de decisiones más informada y eficiente. El siguiente punto es el relativo al desarrollo de Políticas Públicas Basadas en Evidencia: La Administración del futuro debe ser una Administración que aprende y que basa sus decisiones en datos y análisis rigurosos. Este eje promueve la creación de mecanismos y capacidades para que las políticas respondan a necesidades, pero sean evaluadas y ajustadas con base en su impacto real.

Otro aspecto no menos interesante lo constituye la mejora de la Relación con la Ciudadanía: La proximidad y la facilidad de interacción son esenciales. El plan incluye medidas concretas para hacer los servicios más accesibles y personalizados. Ejemplos de ello son los formularios precargados para ciudadanos, que simplificarán trámites, y la creación de una red de oficinas 'todo en uno', donde los ciudadanos puedan resolver diversas gestiones en un único punto. Además, se busca organizar los procedimientos administrativos en torno a "momentos vitales significativos", como el nacimiento de un hijo o la jubilación, facilitando así una atención integral y proactiva. ¿Y qué decir de Transparencia, Participación y Rendición de Cuentas? Una Administración abierta es una Administración que rinde cuentas. Este pilar refuerza los mecanismos de transparencia, fomenta la participación ciudadana en el diseño de políticas y asegura que la gestión pública sea comprensible y accesible para todos. Un aspecto transversal y de vital importancia en este plan es la evolución del sistema de gestión del talento en la Función Pública[1]. Se busca combinar el rigor en la selección de personal con la garantía de la igualdad de oportunidades, apostando por un enfoque basado en competencias y en la formación continua. La Administración necesita atraer y retener el mejor talento para afrontar los desafíos de la era digital. Asimismo, el plan enfatiza la necesidad de fomentar alianzas con instituciones administrativas europeas, consolidando el liderazgo de España en el ámbito de la administración pública digital. En definitiva, el 'Consenso para una Administración Abierta' es una hoja de ruta ambiciosa que concibe la transformación digital no como un fin en sí mismo, sino como una herramienta para construir una Administración más eficiente, más cercana, más transparente y, en última instancia, más confiable para la ciudadanía. Es un paso decisivo hacia una Administración del Estado español preparada para los retos y oportunidades del mañana. Fuente de la información: Ministerio para la Transformación Digital y de la Función Pública del Gobierno de España.
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[1] Se evolucionará hacia un modelo de selección consensuado entre todos los actores interesados que preserve en todo momento la tensión competitiva entre los aspirantes y el rigor de las pruebas selectivas, al tiempo que asegure la igualdad de oportunidades real y efectiva.