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Coincido con Elizabeth Gasiorowski-Denis[1] en que el panorama de la gestión de documentos está variando, debido al auge del contenido digital y la creciente dependencia de él, por lo que los cambios en la forma en que gestionamos los registros son inevitables. Lo anterior implica comprender el contexto tecnológico en el que se opera, la naturaleza de la actividad empresarial, profesional o institucioanl. Por tanto, es necesario el diseño y aplicación de sistemas y reglamentación para que los registros se realicen y mantengan correctamente, derivando en una serie de beneficios que impregnan de “excelencia” el servicio.
Cassie Findlay[2] apunta la necesidad de tomar las medidas adecuadas para proteger la autenticidad, confiabilidad, integridad y usabilidad de los registros, así como su contexto comercial, identificando los requisitos para su administración a lo largo del tiempo, puesto que no existe ningún sector económico o social que no pueda permitirse prestar atención a la creación, mantenimiento, destrucción o archivo definitivo de registros, “especialmente en la era de la disrupción y el cambio digital en la que vivimos”. Imagen incorporada con posterioridad; fuente: geralt en pixabay.
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[1] Gasiorowski-Denis, Elizabeth. Records management in the digital age. Iso.org. 2016.
[2] Findlay Cassie. Responsable grupo de trabajo que desarrolló el estándar (ISO / TC 46 / SC 11 / WG 13).