Si eres follower de Blog de Manuel, probablemente sabrás lo que pienso de la diversa normativa que regula a los auditores de cuentas, a los concursos de acreedores, a las entidades financieras, etc. No voy a entrar en lo que tristemente está de actualidad: tráfico de maletines, comisiones y sobresueldos en B. Pero de una u otra forma, al final da la impresión que el legislador es influenciado y dispone a favor de las grandes corporaciones de auditoría y consultoría así como resto de lobbies de presión.
El caso es que un profesional de la auditoría, un administrador concursal, un compliance officer, un experto independiente… comienza a ser una rara avis en la importante actividad de consultoría regulada o formalizada, ya que las leyes que regulan su función o actividad parece que están diseñadas para excluirlo de ese mercado de trabajo, más que potenciar su labor reglada o normalizada y posibilitar su acceso en igualdad de condiciones que una gran firma de consultoría.
Mientras, se escucha en mentideros de buena tinta que los concursos, las auditorías y las consultorías importantes asignados a esas firmas protegidas por la Ley, en muchos casos son realizados por equipos de becarios o en prácticas, eso sí, supervisados o coordinados por socios y gerentes de esas firmas presuntamente number one. Sí, las que luego escurren el bulto ante tremendos fracasos o estafas, como Enron, Bankia, etc., o se embolsan suculentos aranceles y asignaciones complementarias, cuando menos alegales.
Al profesional independiente o pyme, sólo le queda el consuelo de las migajas que le caen, ya sean vía concursos deficitarios, contrataciones excepcionales de corporaciones locales o empresas que por una u otra razón se encuentran fuera de ese círculo vicioso que la Ley obliga. Vía una de las corporaciones de profesionales en las que me encuentro integrado, he llegado al artículo de Carlos Puig de Travy, presidente del Registro de Economistas Auditores, del Consejo General de Colegios de Economistas, en el medio de comunicación Cinco Días, que me ha servido de motivación para el post: “Auditoría en el sector público”. Dejo el link por si es de tu interés.
Ni que decir tiene que instituciones como las que preside Carlos son las que deberían evitar lo que ahora critica o denuncia en su texto, porque lo del derecho al pataleo puede estar muy bien de cara a los miembros de la corporación o de la sociedad, pero al consultor, auditor o administrador no le sirve para nada. Post publicado también en el sitio "Blog de Manuel" (imagen incorporada posteriormente; fuente: pixabay).