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Tengamos enfrente al director general o CEO o al recepcionista, la finalidad es descubrir hechos, matices… que puedan afectar a la responsabilidad penal de la persona jurídica. Dejar claro que la entrevista no es una conversación coloquial, a lo tertuliano o juego seductor entre entrevistador y entrevistado. No más lejos de la realidad, si bien el responsable de cumplimiento normativo deberá disponer de un mínimo grado empático, de afinidad, de concordancia, de saber estar y ponerse en el lugar del entrevistado. De esta forma se incrementa la probabilidad de conseguir la información que se va buscando.
Igualmente, a pesar de la importancia de una batería de presuntas confeccionadas ad hoc, es necesario estar preparado para, sobre la marcha, poder innovar nueva batería de cuestiones en función de los nuevos aspectos descubiertos. Finalmente, salvo excepciones plenamente justificadas, soy enemigo de las entrevistas grupales y menos aún en las que se encuentran jefes y subordinados, tanto por la previsible ligazón de las contestaciones o refutaciones como por la presión del dependiente ante la presencia del mando superior. Fuente de la imagen: sxc.hu. Imagen incorporada con posterioridad; fuente. geralt en pixabay.